ENCADENADO
Llegue al lugar de encuentro de MyDama a eso del mediodía. Ella me esperaba
y yo estaba ansioso e ilusionado, porque nuevamente, iba a quedar a su merced.
Me enseño su casa y sus cosas; y seguidamente me ordeno desnudarme, deje
toda mi ropa en su salón y me indico que fuera a la habitación. Me hizo
acostarme sobre su cama, boca arriba, y comienzo a sacar unas cadenas que
previamente había dejado preparadas en cada una de las cuatro patas de su cama.
Yo quieto, en ese momento, Ella me fue encadenando mis manos y pies a cada
una de las cadenas. De repente, inmóvil, solo podía moverme con el juego que la
propia cadena por su longitud dejaba. Estaba sujeto, sin escapatoria, solo al
antojo de MyDama.
Una vez que terminó de encadenarme, me vendo los ojos. Pasaron unos segundos
y escuche como cerraba la puerta de la habitación. Intuía a MyDama al otro lado
de la habitación, moverse, cambiarse de calzado, y yo allí, encadenado a su
cama, inmóvil, con los ojos vendados y en silencio.
Iban pasando los minutos, de vez en cuando escuchaba el sonido que MyDama
hacia al andar por su casa, yo no sabía que iba a ocurrir, MyDama podría entrar
en cualquier momento o dejarme allí tanto como a Ella le placiera.
Escuche el sonido de la puerta abriéndose y los tacones de sus zapatos
golpeando el suelo de su habitación acercándose hacía mí...
Note como mi cuerpo se ponía en tensión.
El sonido de su gato inundo el silencio del momento, acabando sobre mi
pecho. Lo notaba, dolía pero era placentero. Cuando me infligió los gatazos que
Ella creyó oportuno tomo el dildo y me sodomizo con él.
Así estaba yo, encadenado a su cama, sodomizado y a expensas de la siguiente
acción a realizar por MyDama sobre mi cuerpo.
Me quito la venda de los ojos y la puede ver, llevaba una camisa blanca de
manga corta, encima un corset azul, una falda negra y unos bonitos zapatos
negros, cerrados, de tacón de aguja y puntera afilada con la suela en un bonito
color rojo, y su melena rubia recogida en un moño. Quede hechizado por tan
bonita estampa, en esos momentos mi cuerpo solo deseaba seguir siendo utilizado
por Ella.
Tomó nuevamente su gato y comenzó a sacudirme con él sobre mi pecho, era una
sensación totalmente diferente a la vivida instantes antes, ahora yo veía en
todo momento cuando Ella tomaba la acción de someterme con el gato, y como el
gato llegaba hasta mi piel. No podía por
menos de poner mi cuerpo en tensión cuando intuía que esto iba a ocurrir.
Hizo que el gato encontrara mi pecho en varias ocasiones, veía como el gato me
golpeaba, pero también veía como su rostro radiaba alegría por la posición en
la que Ella se encontraba frente a mí.
Soltó el gato, se descalzo, se subió a la cama, me volvió a colocar la venda
en los ojos y quedándose de pies en la cama, comenzó a jugar con sus pies sobre
mi rostro. Me ordeno sacar la lengua y la utilizo para darse placer en las
plantas de sus pies. Pasaba sus pies sobre mi rostro.
Me hizo abrir la boca y
me introdujo uno de ellos en la misma, metiéndomelo todo lo que mi boca abierta
daba de si. Yo intentaba que no me ocurriera lo del día anterior, no quería
sentir la sensación de asfixia para no tener que parar en ningún momento el
juego (nunca lo he hecho).
Me metió y saco su pie de mi boca en varias ocasiones. Se coloco de rodillas
apoyando sus piernas sobre la cama a la altura de mi pecho y quedando mi cuerpo
debajo del suyo. Tomo una copa con agua, bebió, inclino su cabeza hacia la mía
dejándola a escasos centímetros, y comenzó a dejar salir de su boca el agua,
abrí mi boca y comencé a beber, parte del agua me entraba en mi boca y parte
por mi nariz, MyDama me estaba calmando la sed con toda su esencia. Dejo la
copa sobre la mesilla, y sin cambiar su posición me dijo que volviera a abrir
la boca, lo hice, Ella ya no tenia agua en la suya. Volvía a inclinar su cabeza
sobre la mía y comenzó a escupirme dentro de mi boca, de una forma tranquila,
sensual y excitante. Veía como su esencia salía de su boca lentamente, se
deslizaba entre sus labios y caía hacia la mía, llenandome, en ese momento de
placer.
Una vez que me lleno con su saliva mi boca, adelanto sus rodillas hasta
colocarlas sobre mis brazos, coloco su entrepierna en mi rostro y comencé a
darla placer con mi boca y rostro hasta que Ella lo considero necesario. Por el
medió, sus rodillas se clavaron en mis bíceps, ocasionándome dolor y algún que
otro moratón.
Había pasado el tiempo, eran más o menos las tres de la tarde. Me
desencadeno de su cama y me indico que fuera a la cocina a prepararle la
comida, lo hice. Llegue a la cocina, me coloque un delantal siguiendo sus
instrucciones y comencé a prepararle al comida, la cual solo diré, que era algo
que Ella no había nunca comido, intente sorprenderla y creo que lo conseguí, lo
que ya no se si tanto mas o menos que lo que Ella me sorprendió a mí con su
siguiente acción.
Yo preparaba la comida en su cocina, sin parar de mover la salsa de queso
que estaba realizando para que no se me quemara. Ella se ausento de la cocina,
regreso por mi espalda y me advirtió de que no se me quemará la comida. De
repente, note como me intentaba sodomizar con algo muy frío, helado, lo intento
en varia ocasiones, no se cuanto llego a penetrarme con ello, pero llegue a
notar que me quemaba debido a lo frío que estaba. Ella seguía intentándolo, y
yo, según Ella, daba saltitos sin dejar en ningún momento de mover la salsa al
fuego para que no se me
quemara. Estaba intentando sodomizarme con un condón lleno de agua
congelada.
Cuando terminamos el intento de sodomización con el hielo y de terminar de
hacer la comida, la serví y nos fuimos a su salón a comer. Ella disfrutaba
comiendo lo que la había preparado, y yo orgulloso de ello, de nuevamente haber
complacido a MyDama.
Y Ella me lo agradeció, de una forma bella, como lo es Ella, alimentándome
de su propia boca. Tomaba con su tenedor la comida, la masticaba en su boca, me
pedía que me acercara giraba su rostro, acercaba su boca a la mía, yo la abría,
y Ella me alimentaba nuevamente con toda su esencia, dándome el alimento ya
masticado por Ella misma.
Terminamos de comer, recogimos el salón y me ordeno que me tumbara sobre la
alfombra del salón. Lo hice, como siempre, rápidamente. Ella se sentó en su
sofá, a mi lado, con su vestido negro y nuevamente esos bonitos zapatos de
tacón de aguja y puntera afilada. Y comenzó a jugar con sus zapatos y sus pies
sobre mi cuerpo. Y note uno de los momentos más excitantes que he vivido con
Ella, cuando tomo uno de sus zapatos, se lo quito de su pie, lo tomo con su
mano y lo dirigió hacia mi pene excitado, rozándome sobre él con la suela del
zapato.
Se cambio de posición, se sentó frente a mi, en el sofá, yo seguía tumbado
en su alfombra, me hizo abrir mis piernas, metió las suya entre las mías y
comenzó a pisarme, mi polla, mis huevos, mis manos, y toda esa zona que tanto
placer produce entre el ano y los genitales. Cada vez lo realizaba con más
intensidad, cada vez me estaba excitando mas, hasta tal punto, que estando
tumbado boca arriba en la alfombra, mi cuerpo medio levitaba, apoyando en el
suelo solamente mis plantas de los pies, mis hombros, mi cuello y mi cabeza.
Jugo y jugo conmigo durante todo el día.
Se recostó en su sofá y me pidió que la diera placer y así lo hice: Ya me
conocen, por respeto a MyDama, esta parte me la reservo solo para Ella.
Solo espero, como sumiso complaciente que deseo ser hacia MyDama, que Ella
disfrutará de este día tanto como Ella me hizo disfrutar a mí.
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