miércoles, 20 de febrero de 2013

Relato IV..cuero_de_LD




LA GRAN VELADA

            No habían pasado ni 48 horas desde que MyDama había estado en su nueva mansión, en mi casa. Habíamos vuelto a quedar para vernos, para volver a disfrutar de nuestros momentos y nuevamente, sería otra vez en mi propia casa. Como la vez anterior, pase a recogerla y la lleve a su nueva mansión.

            Ella me había indicado que hoy especialmente se notaba “guerrera”, pero, lo que yo no imaginaba era lo que esa tarde me iba a hacer sentir.

            Entramos en casa, nos quitamos los abrigos y me ordeno ponerme cara a la puerta de entrada a la casa, apoyando mis brazos en alto, sobre la propia puerta.

            Comenzó a azotarme mi culo con sus manos, sobre mi vaquero, con fuerza, para seguidamente “soltarme” el cinto y el botón del pantalón y bajármelos hasta los tobillos. Yo no llevaba ropa interior, ella me lo había ordenado.

cuero_de_LD
            A partir de ese momento mi culo sufrió una dosis de placer y dolor ejemplar. MyDama me azotaba más y más, a cada lado de mi trasero, con fuerza, e incluso en algunos momentos, con sus dos manos a la vez. Llego un momento que yo no sentía dolor, era suyo, estaba a su disposición, era el comienzo de la gran velada que tuvimos.

            Me ordeno desnudarme por completo, lo hice, para posteriormente y siguiendo sus indicaciones, ponerme a cuatro patas, a sus pies. Me ordeno que la siguiera, entro en mi cocina, Ella me hacia besarla sus botines a cada paso que Ella daba.

            Se sentó en una de las sillas, yo de rodillas delante de ella, a su merced. Me agacho la cabeza entre sus piernas y me siguió dándome azotes en mi trasero, hasta que me levanto la barbilla y note como abofeteaba mi cara para seguidamente mostrarme su mano cubierta por unos guantes de cuero negros y besarla sus manos. Estaba besando la mano que me abofeteaba.

            Ella seguía sentada en la silla, me ordeno que metiera mis manos con las palmas hacia arriba entre el asiento de la silla y su cuerpo. Lo hice y me percate que en ese momento estaba inmovilizado, me volvió a meter mi cabeza entre sus piernas, tomo su fusta y se recreo con la misma sobre mi piel, y yo, allí inmóvil, agradando a MyDama.

            Me mando incorporarme, me puse de pies, y me dijo que me postrara sobre la mesa de la cocina, Ella había venido esta tarde a mi casa con todo su plan en su cabeza, todo medido en todo momento, sabia lo que me iba a hacer, pero yo no, todo un mundo de sensaciones impresionantes las iba a descubrir en el intervalo de la siguiente hora de mi vida.

cuero_de_LD postrado y atado sobre la mesa
Apoye mi pecho sobre la mesa. Me ordeno que abriera mis brazos y mis piernas, y me los ato a cada una de las patas de la mesa, nuevamente inmovilizado, nuevamente a disposición de MyDama, nuevamente postrado para los caprichos de mi Dómina y Señora.

Comenzó a dilatarme con sus dedos, cada vez me penetraba con más fuerza. Me puso la pequeña toalla debajo de mi boca, para que pudiera morderla en caso de necesitarlo, y a su vez, jugaba con su fusta, me la colocaba delante de mis ojos, o sobre mi espalda, o sencillamente la sujetaba con su mano, haciéndome morder uno de sus extremos y con ello, poder dirigir mi cabeza a su antojo. Disponía de su fusta, de mi collar y del pelo de mi cabeza, para hacerme girar la misma según sus necesidades y deseos. Yo mientras, me transformaba minuto a mi minuto, experimentaba sensaciones nuevas, únicas y placenteras, con el placer siempre por encima del dolor.

Saco sus dedos de dentro de mí, se coloco su gran arnés y comenzó a sodomizarme. Me penetro y sentí un gran dolor, que lo exprese en el momento, ella lo saco, y me intento tranquilizar, yo seguí postrado y atado sobre la mesa. Volvió a intentarlo, de repente, placer, mucho placer. Mi mente levitaba en mi propia cocina, y Ella, jugaba conmigo, marcando el ritmo de la dominación. Yo no notaba dolor alguno, solo placer y mas placer, el cual iba creciendo por momentos. Ella me giraba mi cabeza hacia atrás ayudada por su fusta, yo cerraba en ese momento lo ojos, no quería estropear el momento mirándola, pero notaba su satisfacción con su respiración y sus movimientos.

De repente, note como de mi boca salía un nuevo sonido. Seguía mordiendo su fusta, pero mi boca empezó a tautear, (el tauteo es el sonido que emiten las zorras). Estaba en la máxima sensación que mi cuerpo nunca antes había notado. Excitado, complacido, complaciente, sujeto,…, el conjunto de un montón de adjetivos de placer y correspondencia alimentaban mi cuerpo y mente, era algo único, no se como más describirlo, porque para entenderme, hay que vivirlo.

En días posteriores, MyDama me informo que había estado atado a la mesa poco menos de una hora, yo perdí la noción del tiempo, no sabia si habían sido minuto u horas, pero si se que al ser todo placentero, tuve la sensación de que había durado lo que dura un suspiro.

Cuando fui desatado, MyDama se fue hasta el salón, con su arnés aun colocado y yo detrás de Ella. Se sentó en el sofá, me dijo que me pusiese de pie que la diera la espalda y que me metiera nuevamente el arnés en esa posición. Yo me senté sobre el mismo, con mis pies en el suelo y mis manos en el respaldo del sofá. Me ordeno que me empezara a mover, lo hice, nuevamente un conjunto de nuevas sensaciones placenteras, nuevamente nada de dolor, nuevamente tauteaba con la fusta en mi boca.


Al rato (no se cuanto tiempo transcurrió), me ordeno retirarme, y empezar de rodillas ante ella a chupar con la boca el arnés. Yo lo lamía y me lo metía en mi boca, y Ella, empujaba mi cabeza hacia abajo, para que todo su arnés violara mi boca.

MyDama hablo: “Vamos a ir al baño, voy a marcarte, ve a la ducha, perra, siéntate en ella” Lo hice, me imaginaba lo que vendría seguidamente, es algo que sabia que MyDama deseaba hacer hace tiempo. Me senté en mi ducha, ella llego detrás de mi, se metió dentro rodeando con sus pierna mi cuerpo. Me ordeno cerrar lo ojos, abrir la boca, lo hice y espere durante unos segundos,…….., y de repente, note como algo caliente me recorría mi cuerpo y me llenaba mi boca manando de la misma al quedar completamente llena. MyDama me estaba marcando con su orina y yo solo podía estar inmóvil y gemir de placer.

Acabo de hacerlo, me dio el bote de gel, abrió el agua y me ordeno que la lavara con mis manos. Lo hice, y cuando ella quedo limpia, salio de la ducha, se seco, me dijo que me lavara y que me esperaba en el salón. Me duche, me seque con la misma toalla que ella y fui tras su estela hasta mi salón. Ella estaba en posición sobre el sofá, me puse a sus pies y me ordeno darla placer.

Yo hasta ahora solo tengo el límite de las marcas físicas, pero la provoque. Mientras que con mi mano la daba placer en su entrepierna, mi cara, se paseaba junto a la suya sin tocarla, Ella me sentía, sobre su rostro y su cuello, y claro, al final mordió mis labios dejándome una pequeña y sutil marca sobre uno de ellos. La hice disfrutar, que para mi como sumiso es lo importante.

Terminamos recogimos y nos fuimos.

Ella me cuida, y note que en algún momento, estaba digamos disgustada por lo de la marca, se había pasado el único limite de este sumiso, yo intente tranquilizarla, me autoinculpe de lo ocurrido, la provoque conociéndola y sabia que podía reaccionar como lo hizo y por ello, quedo sus dientes marcados en mi labio. Se paso el limite, si, pero lo asumí, porque se que en ningún momento lo hizo conscientemente y que si yo no la hubiese provocado, esto no hubiera ocurrido.

Vaya velada!

             
            cuero_de_LD

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